Retomar la rutina a clases tras la pérdida a un ser querido puede ser una experiencia complicada, ya que la rutina del día a día a veces exige un nivel de compromiso y rendimiento que puede estar por sobre lo que los estudiantes pueden dar.

Al perder a alguien es normal sentir que nuestros pensamientos se encuentran en otra parte y que la normalidad nos resulta ajena a todo lo que hemos pasado.

En este contexto, puede que haya ocasiones en la que los estudiantes pueden sentirse abrumados por sus deberes, ya sea por la cantidad de responsabilidad académica, la concentración que esta requiere, etc.

Te puede interesar: La valoración de la muerte en estos tiempos de pandemia

Tener en cuenta que la situación en la que se encuentran es delicada, hay ciertas acciones que los escolares y universitarios pueden optar aligerar un poco la carga.

Es importante ser realistas con lo que se piden a ellos mismos, ya que a veces en el apuro que se tiene por volver a lo que se considera normal, ponen sobre sus hombros una carga con la que no pueden lidiar.

Esto es perjudicial ya que se estarán sobre exigiendo. Gatillará emociones de desánimo y la sensación de que son un estorbo para los demás.

Autocompasión y proceso del duelo durante la pérdida

Es por esto que los estudiantes deben tener en cuenta que el momento que atraviesan es un proceso lento y complejo, y también ser capaces de aceptar que hay ciertas cosas que no podrán lograr. De esta forma también se promueve la autocompasión y se permiten sentir de buena forma la tristeza de la pérdida, procesándola sin presiones externas, teniendo en cuenta que, al final de todo, somos humanos.

En segundo lugar, es recomendable compartir con alguien más la situación por la que ellos están pasando, ya sea con un orientador en el caso del colegio o con un psicólogo en el caso de la universidad. Esto debido a que estos profesionales se encuentran capacitados para ayudar a personas en tiempos de necesidad y pueden dar recomendaciones para llevar el proceso de mejor manera, además de escucharlos y darles la oportunidad de desahogarse.

Por Sebastián del Valle, psicólogo.

Conoce nuestra comunidad de Instagram Aquí!!!