Todos los vínculos afectivos tienen luces y sombras. Sin embargo, es importante que exista un equilibrio entre estas para mantener una relación saludable con nuestros seres queridos.
Las luces se manifiestan en los gestos como el apoyo, la empatía, la escucha activa y el amor. Estas hacen que en las relaciones se generen espacios de confianza para expresar nuestras emociones y así, ser ayudados en los momentos complejos.
Te invitamos a ver el siguiente video: Reconocer e integrar las luces y sombras de los demás
Además, cuando hay notablemente más luces en nuestros vínculos afectivos, nos desarrollamos personalmente, mejora nuestra calidad de vida y bienestar psicológico.
Las sombras, son aquellos aspectos que pueden, en ocasiones, resultar dañinos para otras personas. Por ejemplo, los celos, la manipulación y la dependencia emocional. Cuando esto ocurre, se generan mayores conflictos, desentendimientos y la sensación de no ser correspondido.
La importancia del equilibrio
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Las personas no somos perfectas, por lo que todos tenemos fortalezas y debilidades para relacionarnos con nuestro entorno.
Por eso, en las relaciones siempre habrá luces y sombras, sin embargo, es importante que exista un equilibrio entre estos, ya que, de lo contrario, podría perjudicar nuestro estado de ánimo y bienestar.
Poner límites y comunicar nuestros deseos serán claves para sobrellevar los altibajos de nuestras relaciones interpersonales.
Por Antonia Núñez, psicóloga