La naturaleza es profundamente sanadora en sí misma, y nos puede apoyar en el duelo. ¡Descubre herramientas al alcance de tu mano para tu proceso!
La conexión con la naturaleza puede ser una herramienta profundamente sanadora en sí misma. Hay múltiples beneficios en la salud mental tras el contacto con la naturaleza. La exposición en entornos naturales reduce el estrés y los síntomas depresivos, mejora el estado de ánimo y produce relajación fisiológica y psicológica.
La naturaleza como herramienta natural para apoyar el duelo
Este recurso puede ser especialmente sanador para quienes están atravesando un duelo. Principalmente puede apoyar al proceso de adaptación emocional que ocurre tras una pérdida y que afecta de manera multidimensional.
El contacto con la naturaleza activa nuestro sistema nervioso parasimpatico (el sistema de relajación del cuerpo) y ayuda a la disminución de los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto sería muy beneficioso para la sintomatología del duelo: las distintas emociones que emergen, la confusión, el dolor, la tristeza, el estrés, la ansiedad, etc. La naturaleza puede proporcionar una sensación de tranquilidad y ofrecer un espacio seguro y sanador muy necesario durante un duelo.
¿Cómo se puede obtener estos beneficios?
Este contacto se puede realizar de diferentes maneras, desde caminar en un parque o estar cerca del mar o montañas, pasear descalzo por el césped o simplemente respirar aire fresco. Compartir con la naturaleza puede ayudar a reconectar con el ciclo de la vida, observando el continuo crecimiento y cambio de la naturaleza, así como también puede ser un espacio seguro y saludable para expresar y procesar emociones. A menudo cuando se está pasando por un duelo, es necesario encontrar un espacio de silencio y calma, los entornos naturales invitan a la reflexión y probablemente al estar presente con el dolor y buscar el desahogo emocional. La literatura científica muestra los efectos beneficiosos de la naturaleza sobre el bienestar emocional y psicológico, incluso, se ha demostrado que los niños hoy carecen del contacto con la naturaleza, esta tendencia a la desconexión ha generado mayores problemas socioemocionales en la población.
El contacto con la naturaleza puede ser una herramienta poderosa, puede convertirse en algo de fácil acceso para regularse emocionalmente, para encontrar un lugar donde descansar, ya que el duelo puede ser muy agotador y la naturaleza puede ser un lugar que ofrece un descanso del estrés que muchas veces se manifiesta. El duelo no solo afecta de manera emocional, sino también física. Muchas veces se experimenta mayor tensión, dolores musculares o fatiga por el estrés, por lo tanto, la naturaleza funciona como un factor protector ante estas afectaciones, ya que ofrece un espacio en donde liberar las tensiones tanto físicas como emocionales.
Es por esto que la naturaleza como herramienta para el duelo es muy única y especial.
La naturaleza, un lugar de ritos
Además, el contacto con la naturaleza puede servir como un escenario simbólico para realizar rituales o conmemoraciones que ayuden a resignificar el proceso de duelo. Crear momentos en espacio naturales puede ayudar a facilitar la conexión y recuerdo con el ser querido que falleció. Aunque muchas veces el duelo tiende a teñir nuestra capacidad de ver aspectos positivos de la vida o cotidianidad, la naturaleza puede ofrecernos una mirada que nos recuerde las pequeñas cosas bellas y positivas cotidianas, como el calor del sol, la belleza de los árboles y flores, sentir el suelo frío, sentir la lluvia, etc.
Te recomendamos
La naturaleza se puede conectar como un tratamiento dentro del duelo practicando pequeñas acciones, las cuales están al alcance de tus manos. Se recomienda pequeñas caminatas conscientes en la naturaleza, caminatas en donde toda la atención y presencia este en lo que observas a cada paso, los sonidos, el aroma y las sensaciones. Esta práctica puede ayudar a regularnos emocionalmente y también a volver a estar presente en el momento.
Tambien recomendamos sentarse en espacios naturales con la intención de guardar silencio y reflexionar. Se podría llevar una libreta si emerge la necesidad de escribir, esto puede ofrecer un espacio óptimo y seguro para desahogarse emocionalmente.
Otra opción es la práctica del earthing, la cual implica un contacto directo de los pies con la superficie natural, esta práctica reduce el estrés y la ansiedad, regula los ritmos circadianos facilitando una mejor calidad de sueño.
Por último, todas las prácticas de mindfulness acompañadas en un entorno natural son beneficiosos. Este espacio, en conjunto con la práctica, fomenta una mayor regulación del sistema nervioso y un mayor control sobre las emociones. Estas actividades, entre muchas otras, ofrecen un espacio significativo y tangible para procesar el duelo. La naturaleza funciona como un gran factor protector.
Catalina González, psicóloga colaboradora.