Vivir un duelo en Navidad puede ser un verdadero desafío, por lo que es importante apoyarse mutuamente, escucharse y ser solidarios.

El duelo y la celebración de Navidad

El fallecimiento de un ser querido genera una serie de emociones, las cuales pueden intensificarse si la pérdida ocurre cerca de un cumpleaños, conmemoración o fiesta de fin de año, como lo es la Navidad.

Las familias suelen reunirse y compartir el 24 y 25 de diciembre, sin embargo, se torna desafiante si estamos viviendo un duelo.

Entonces, ¿cómo podemos sobrellevar esta celebración?

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“El recuerdo se intensifica cuando ese ser querido no está presente. Las personas pueden experimentar durante estas fechas una variedad de emociones como tristeza, nostalgia, soledad, y a veces culpa por no poder participar plenamente de ese día”, explica Jaime Villalobos, psicólogo colaborador de Contigo en el Recuerdo.

Por eso, el apoyo de los seres queridos se vuelve muy importante.

En este contexto, “ofrecer tu presencia y disposición a escuchar a esa persona, es una buena idea. También, pregúntale si le acomoda que lo hagas.  La idea es que puedas estar disponible para lo que necesite”, dice el psicólogo, agregando que la empatía y escucha pueden ser reconfortantes y sanadoras.

Puede ocurrir que no entendamos por qué la persona está viviendo de esa manera su duelo, ya que es un proceso individual y único.

Por eso, durante la celebración de Navidad donde los sentimientos se viven intensamente y el recuerdo se hace presente, “es importante ser respetuosos, compasivos, y validar los sentimientos del doliente”, indica. 

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Finalmente, una práctica que el experto colaborador de Contigo en el Recuerdo recomienda es adaptar el día de celebración permitiendo actos simbólicos.

“En primer lugar, debemos averiguar con anticipación qué es lo que al doliente le gustaría hacer ese día, cuáles son las actividades más cómodas para él y cuáles podrían resultar desafiantes”, comenta.

Además, recomienda que “puede ser de utilidad dejar un espacio preciso durante la celebración para honrar y compartir historias positivas del ser querido fallecido. A su vez, también podría ser la instancia para expresar el dolor y malestar”.

De esta manera podremos recordar a quien ya no está con nosotros y abordar aquello que está sucediendo de la manera más sanadora posible.

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Para apoyar a quien vive un duelo en Navidad, anima a los miembros de la familia a hablar abiertamente de sus sentimientos y necesidades. También, puedes colaborar activamente en la planificación de ese día.

“La honestidad, el apoyo mutuo y la comunicación pueden fortalecer los lazos familiares y ayudar a comprender las diferentes maneras que cada persona tiene de lidiar con la pérdida”, concluye Jaime Villalobos.

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