Históricamente a las mujeres se le han atribuido ciertas cualidades, como el cuidado, el cariño y la sensibilidad, debido a que desde pequeñas se les ha enseñado a través de juegos, como las muñecas, a preocuparse por los demás.
Por su parte, durante la infancia a los hombres se les regalan juegos que tienen que ver con la construcción y el ingenio.
Sin embargo, a pesar de que existe una diferencia clara con respecto a hombres y mujeres, hay cualidades que no son atribuibles a un género en específico.
El ser humano y el acompañamiento
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“Todas las cualidades que se les atribuyen a las mujeres pueden ser presentadas en los hombres y viceversa, por ejemplo, la maternidad y el cuidado”, dice María Ignacia Sandoval, psicóloga de Contigo en el Recuerdo.
“En general, a las mujeres son a quienes se les exige que cumplan el rol de cuidadoras de los niños o las que dejan de trabajar. Sin embargo, cada vez son más los hombres que ejercen su parentalidad”, explica.
Actualmente es muy común que los padres tomen más responsabilidades en la casa y les den más flexibilidad en el trabajo cuando el motivo tiene que ver con sus hijos.
Otra cualidad que hombres y mujeres tienen en común es la sensibilidad emocional, debido a que las nuevas generaciones promueven cada vez más el lenguaje emocional en los niños, la regulación, y la no distinción de género.
Esto genera que las personas en la sociedad sean cada vez más compasivas, compresivas, cuidadosas con las personas y con quienes los acompañan hoy, lo cual es muy positivo.
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“Para un hombre que solo tiene amigos varones, si ninguno de sus amigos hombre tiene la capacidad de brindar apoyo frente a alguna situación difícil en la vida, no podrá sobrellevar la situación acompañado y vivirá las complejidades en soledad. Sin embargo, si alguno de sus amigos es capaz de apoyar, escuchar y validar, podrá vivía la situación con compañía, lo cual es uno de los factores protectores hacia el ser humano”, cierra la psicóloga.