Algunas personas consideran que los juegos son solo para los niños y jóvenes. Sin embargo, estos no tienen edad y se presentan como una oportunidad valiosa cuando se quiere pasar tiempo de calidad con la familia.

Tanto los juegos de mesa como las actividades al aire libre nos permiten conectar, imaginar, relajarnos y disfrutar de la compañía de los demás. Para la psicóloga de Contigo en el Recuerdo, María Ignacia Sandoval, los beneficios de jugar son varios como, por ejemplo, disminuye el estrés y aumenta nuestras funciones cerebrales.

“El juego nos permite liberarnos de la presión de tener un buen desempeño, porque no existe ninguna consecuencia en el caso de fallar”, explica la especialista.

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También, la psicóloga agrega que “nos brinda un espacio de diversión donde se socializa de manera ordenada. Es más fácil conocer a otro cuando hay un juego de por medio y un objetivo en común”. 

¿En qué contexto es bueno jugar?

Jugar no tiene que ser complicado; si tienes ganas de hacerlo, busca un momento libre y reúne a tus seres queridos.

Luego de un largo día de deberes, puedes proponerle a tu familia jugar un juego de mesa, salir a correr o ir al parque con tu mascota. Los minutos que dedicamos a disfrutar y a compartir con los demás fortalecen nuestros lazos interpersonales.

En tu trabajo y con tus compañeros también puedes hacerlo.

“Cada vez son más las empresas que permiten el juego tanto físico como mental, ya que promueve el trabajo en equipo, mejora el clima laboral, refrescan la mente, el cuerpo y previene el burnout”, comenta María Ignacia Sandoval.

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El juego es una parte esencial de la vida; nos permite experimentar alegría, creatividad y conexión en un mundo que a menudo puede sentirse abrumador y estresante.

“Así que la próxima vez que te encuentres buscando una manera de fortalecer tus relaciones, no subestimes el poder del juego y permítete jugar, divertirte y conectar con los demás de una manera única y significativa”, cierra la psicóloga.