Cuando alguien significativo para nosotros falleció, es importante darse un espacio para expresar nuestro dolor, y buscar calma y contención en nuestro grupo cercano, como lo son la familia y los amigos.

Sin embargo, mientras vamos transitando por el proceso de duelo, puede que nos llenemos de preguntas, una de ellas muy común: ¿qué hacemos con los objetos que le pertenecían a quien falleció?

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El duelo

El proceso de duelo es único para cada ser humano, debido a que todos somos distintos y reaccionamos de manera diferente ante el fallecimiento de una persona importante, y porque el vínculo que manteníamos con quien ya no está también permea respecto a cómo vamos a vivir su muerte.

Toma de decisión

No obstante, es fundamental no apresurarse a la hora de tomar decisiones sobre qué hacer con los objetos de quién falleció, ya que hoy simbolizan su paso por este mundo, y se necesita transitar el dolor, vivir el duelo, conversar con quienes queremos y nos entienden, para saber qué hacer con esos artículos personales, como por ejemplo descubrir ¿con cuál quiero quedarme?

Puede que muchos de estos objetos simbolicen el legado del fallecido.

Es fundamental que se mantengan cerca de nosotros en el hogar, quizás en un pequeño altar dentro de la casa, o sean heredados por otro familiar, como podría ser el caso de una guitarra, ropa, u otros artículos que compartan en común.

Por otro lado, puede que no nos haga sentido cargar con muchos de estos objetos y queramos deshacernos de algunos de ellos. Hay personas que tomarán la decisión de donarlos, otras de repartirlos entre los familiares, o de venderlos. De nuevo, no hay respuesta correcta, cada uno deberá hacer lo que le haga más sentido.

Transformación y su proceso

Es importante que en la medida que se transforma el dolor propio y la vida de los integrantes del hogar, también cambie el closet o la pieza de quién falleció, es decir, hay que evitar dejar todo intacto “como era antes”, ya que producirá estancamiento para quienes están intentando salir adelante.

Y salir adelante cuando queremos seguir apegados a quien nos dejó, y a lo que simbolizan sus objetos personales para nosotros es un proceso dificilísimo.

Es vital para integrar su legado en nuestra biografía y poder enfrentar esta nueva etapa que nos brinda la vida.

Por Paula Standen, psicóloga.

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