A sus dos años, la vida cambió para Maximiliano Perrones Cofré y su familia. En menos de 24 horas su salud dio un giro inesperado y dejó de caminar. Ese fue el primer síntoma de lo vendría más adelante, cuando se le declaró una enfermedad invalidante y poco estudiada, llamada lipufucsinosis, que provoca que a las neuronas mueran en diversos sectores del cerebro.
Daniel, su padre, cuenta que “varias veces nos despedimos de él, hasta que un 30 de julio del 2008 a la edad de 8 años, finalmente decidió partir de este mundo”.
Al recordar ese momento, Daniel asegura que nunca se está preparado para ese momento. “Uno siempre guarda la secreta esperanza que ocurra un milagro, hasta que escuchas que ya no hay nada más que hacer. Y finalmente cuando ocurre, pierdes la noción del tiempo, la cordura y te haces presa del más profundo dolor, la rabia, la desesperación y también de la locura”.
Para él, recordar a Max no hace más que llenarlo de alegría. Comenta que siempre aprovechó cualquier oportunidad para “llenarlo de besos, decirle cuánto lo amábamos y otras tantas, para darle las gracias por haber venido a este mundo a ser nuestro hijo”. Hoy en tanto, al menos una vez al mes va a Parque del Recuerdo Cordillera, como una forma de conectarse con él. “Me da paz y armonía estar allá”.
La primera etapa del duelo fue muy dolorosa, y para su padre “dolía su ausencia; aún su olor permanecía en su ropa y su habitación estaba vacía”. Como familia buscaban consuelo en Dios y aprendían a vivir sin su presencia, pero también hacían el ejercicio inverso, “pensar en él y recordarlo nos da mucha alegría, nos permite aprender a vivir con esta profunda pena y sobre todo volver a ser felices con ella”.
Con esa mentalidad fue que Daniel decidió dar un giro en su vida. Principalmente pensó en sus otros dos hijos y en su señora, que no tenían por qué pagar las consecuencias del dolor y la rabia que él sentía. “Pero hubo un momento en que decidí secarme las lágrimas, echarme la pena al hombro y proponerme volver a ser feliz, y si bien es un proceso duro que no termina nunca, volqué mis energías en transmitir a otros que sí se puede salir adelante”.
Fue así como nació la idea de dar charlas motivacionales. Daniel explica que su vínculo con estas experiencias ya tenía cierta data y “nace de una primera etapa, cuando mi hijo era paciente de Teletón y decidí sin permiso de nadie, dar charlas en empresas que yo conocía y en donde me avoqué a que la gente supiera qué se hace con cada peso que se dona. Creía que nosotros los padres podíamos ser los mejores embajadores de la rehabilitación y no las figuras de la TV que en su mayoría no tienen una historia detrás”.
La segunda aproximación fue cuando la gerencia de RR.HH de su empresa lo invitó a organizar una jornada motivacional para todos los colaboradores. “Así hice mi primer charla motivacional post duelo con un hermoso resultado. Luego me enteré que habían invitado a gente de otras compañías a escuchar mi testimonio, y fueron ellos quienes luego me contactaron para hacer lo mismo en sus trabajos. De esto hace ya nueve años”.
Las charlas de Daniel hablan de una historia real, basada en su experiencia de vida, que busca transmitir la esperanza y ser resilientes, a pesar del dolor. Para él, volcar sus energías en transmitirle a otros lo bueno de la vida, a pesar del sufrimiento, es un motivo de orgullo.
Nos cuenta, además, que Maxito, su hijo, debe estar feliz de los logros alcanzados por él. “Sin duda debe estar orgulloso de su padre, que ha sido capaz de salir adelante en la vida después de vivir el más profundo dolor, reinventándose en todo aspecto y más feliz aún de saber que es capaz de dar una palabra de aliento y transmitir esperanza”.
Plan de Acompañamiento a Familias
Enfrentar la muerte de algún ser querido nunca es fácil, es por ello que Parque del Recuerdo cuenta con un Plan de Acompañamiento para ayudar a las personas o familias a sobrellevar su duelo, a través de atención psicológica, asesorías y talleres.
El Plan de Acompañamiento está disponible en los tres parques: Américo Vespucio, Padre Hurtado y Cordillera, y para acceder a él, las personas o familia interesada debe contactarse con la Coordinadora de Experiencia en la oficina de Atención a Clientes de cada parque, o a través del siguiente mail acompanamiento@parquedelrecuerdo.cl.