Las vacaciones de invierno son un momento ideal para conectar con la familia y vivir un descanso de “medio tiempo” para así enfrentar lo que queda del año.
Sin embargo, para algunos padres y/o cuidadores la situación puede ser un poco distinta. Especialmente si se combina el cuidado de los hijos con otras responsabilidades familiares o laborales.
Lo anterior puede provocar estrés. ¿Por qué? Debido a que vivimos en un mundo vertiginoso. Donde tenemos que cumplir con diversas obligaciones casi en simultáneo, considerando también que el cuerpo y la mente tienen un límite. Según Marcia Contador, psicóloga colaboradora de Contigo en el Recuerdo, lo primero que debemos tener en cuenta, es evitar el “burnout” o agotamiento extremo.
Ver video: ¿Cómo sobrellevar el burnout parental?
“Es un estado de cansancio emocional frente a las responsabilidades tanto laborales como familiares, donde pueden surgir sentimientos de culpa, estrés y frustración”, explica la psicóloga.
Por eso, es clave conocer algunas herramientas que nos acerquen a un estado mental más pleno, lo que nos ayudará a establecer vínculos familiares positivos durante las vacaciones.
Consejos para la vida
Evitar el estrés no es fácil, por eso, existen algunas sugerencias y actividades para prevenir el burnout parental. Algunas de ellas están enfocadas en vivir un tiempo de calidad. Para Marcia Contador, estos momentos no siempre deben ser para realizar juegos, ya que podemos abrirnos a instancias especiales.
“Es mejor calidad que cantidad, por lo que sugerimos apartar y dedicar un tiempo especial, con actitud positiva y sin interrupciones”, dice.
En ese sentido, también es clave dejar que la flexibilidad sea protagonista en las vacaciones, cambiando algunas reglas o creando otras “para cuidar y promover la convivencia”, comenta Marcia.
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Justamente, eso implica también crear actividades de entretención familiar que generen algo positivo, especialmente en los más pequeños y pequeñas.
“Pueden ser ideas para estimular la concentración y disminuir la ansiedad, como una meditación; o también para la estimulación sensorial, vendándole los ojos para que adivinen objetos por el tacto, audición, olfato o gusto”, detalla Marcia Contador.
La profesional agrega además que, para estimular la resolución de problemas, puede ser beneficioso desarrollar un juego donde se escondan objetos, para que los niños los encuentren a través de un mapa.
De esta forma, logramos una doble solución: generamos un crecimiento en nuestra familia y vivimos un momento de entretención que nos libera y da energías para seguir con nuestras ocupaciones, sin que nuestro clan se vea afectado.