Perder a un ser querido nunca es fácil y menos aún durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, donde la sensación de pérdida puede ser mayor dentro de la familia. Por eso a continuación, entregamos algunos consejos sobre cómo sobrellevar el duelo en estas fiestas de fin de año, para que estas fechas puedan ser reconfortantes y llenas de buenos recuerdos. 

– Haga aquello que lo haga sentir bien. Usted es la única persona que debe decidir qué actividades, tradiciones o eventos podrá llevar a cabo. No se obligue a hacer nada que no considere posible hacer. Todo lo que necesita es vivir estos días de la mejor manera posible.

– Acepte sus sentimientos, sean cuales sean. Cada uno enfrenta el duelo a su manera. Algunos evitan los sentimientos tristes, hay personas que se sienten mal por estar animados y otros por estar desanimados. Es inevitable además tener altibajos, con momentos de tranquilidad y tristeza. Sea como sea, acepte sus sentimientos.

– Recurra a sus familiares y amigos. Hable con sus seres queridos sobre lo que siente. Sea sincero respecto de cómo le gustaría que se hicieran las cosas este año. También puede invitar a algún amigo a los eventos para que lo apoye y retirarse en forma repentina si lo necesita. Procure el apoyo profesional de un terapeuta y manténgase en contacto con otras personas que estén de duelo.

– Ponga su atención en los niños. Tenga en cuenta que lo que usted decida para celebrar las fiestas navideñas puede afectar a los niños de la familia. Tal vez pueda participar de las reuniones familiares que sean más importantes para los pequeños, disculpándose cuando haya llegado a su límite.

– Planee de antemano. Algunas veces, la expectativa es peor que las fiestas como tal. Organice iniciativas reconfortantes en las semanas previas, para así evitar la angustia que podrían generar los festejos. Una alternativa son las actividades nuevas, pero las tradiciones familiares también podrían ser reconfortantes; haga lo que le resulte mejor. Rodearse de positivismo puede ayudar mucho.

– Restrinja sus actividades. Si el solo pensar en muchas actividades le resulta doloroso, abrumador o inadecuado para este año, no tiene que llevarlas adelante. Podría restringir los festejos a pequeñas reuniones con sus amigos y familiares más cercanos. Haga aquello que le hagan sentir seguro y cómodo.

– Envíe regalos. Si perdió a un ser querido, hacer regalos para las fiestas puede ser un desafío. Podría comprar algo que simbolice a la persona o una época previa a su pérdida, y donarla a una familia necesitada o a una entidad caritativa a la que ella o él apoyaba. Trate de canalizar su energía en forma positiva para generar el bien en el mundo, como por ejemplo, ofrecerse como voluntario de alguna actividad.

– Reconozca a quienes han fallecido. Si está atravesando una etapa de duelo, puede ayudarle emocionalmente el llevar adelante un ritual navideño en memoria del fallecido. Algunas ideas: encender velas por él, hablar de ella, preparar una tarjeta, escribir una carta, mostrar fotos de él o poner algún objeto de su propiedad entre la decoración navideña.

– Haga algo distinto. Las fiestas jamás volverán a ser como antes. Aceptar esto lo ayudará a manejar las expectativas. Planifique actividades nuevas, especialmente el primer año luego de la pérdida. Reúnase en un sitio distinto para los festejos en familia, cambie el menú o salga a comer, haga trabajo voluntario, invite a amigos a su casa, vaya al teatro o viaje.

– Pase las fiestas por alto. Si cree que será demasiado para usted y preferiría no participar de las fiestas, no dude en decirlo. Su familia y amigos lo entenderán. Pero planifique actividades alternativas reconfortantes para usted, y cuéntele a alguien lo que tiene previsto hacer.

Fuente: AARP.org