La adolescencia es una etapa llena de cambios físicos y emocionales. Es la transición de la niñez a la adultez, y en ese proceso de crecimiento vivir la muerte de un familiar o ser querido puede ser muy complejo y difícil de sobrellevar. Para saber cómo apoyarlos en un momento de duelo, acá te entregamos algunos consejos importantes para que un joven pueda seguir adelante.
– Hazlo partícipe del funeral: Enfrentarse a esta ceremonia no es fácil, sobre todo si es la primera vez que se vive. Por lo mismo, es primordial que le hables sobre las actitudes, reacciones y emociones que podría observar y experimentar. También puedes conversar sobre qué ropa usar o qué le gustaría llevar a su ser querido a la sepultura. Si no quiere hablar o participar en estos detalles, no lo fuerces a hacerlo.
– Valida sus sentimientos: La tristeza, el enojo y la confusión serán algunas de las emociones que experimentará un adolescente en duelo, sin tener una clara consciencia sobre qué tipos de estrategias lo ayudarán para afrontarlo. Reconoce sus sentimientos, háblale sobre lo importante que es expresar estas emociones y bríndale el permiso de poder reír, llorar, enojarse o alegrarse sin sentir culpa por hacerlo.
– Respeta los roles familiares: El fallecimiento del padre, la madre o un hermano/a trae consecuencias inevitables en el reordenamiento familiar, pero eso no significa que el adolescente tenga que asumir el rol que ha quedado vacío. Si bien es saludable asumir tareas acordes a su edad, siempre que tenga tiempo para estudiar y divertirse, no hagas que el menor asuma responsabilidades de adulto para las cuales aún no está preparado.
– Escúchalo y abre el diálogo: El adolescente en duelo no sólo deberá afrontar las inquietudes propias de su edad, sino que además la partida de un ser querido hará que se enfrente a preguntas existenciales respecto al significado de la vida y la muerte. Acompáñale y abre el diálogo para poder reflexionar juntos sobre estos y otros temas.
– No lo compares: En el caso de que el adolescente haya sufrido la pérdida de un hermano/a, es frecuente que los padres se centren sólo en el hijo que han perdido. Si bien es primordial que los padres puedan hablar y recordarlo, también es importante que brinden atención a sus otros hijos, reconociendo sus cualidades, logros y fortalezas individuales.
– Acompáñalo en fechas especiales: El cumpleaños, la obtención de la licencia de conducir o la fiesta de graduación son fechas difíciles para la familia en duelo, por lo que es muy importante que reconozcas el impacto que produce esta ausencia en el adolescente y planifiquen juntos maneras de afrontar este día incorporando la memoria del fallecido en este evento.
– Se paciente y comprensivo: Al desear ser más independientes de sus padres, los adolescentes pueden mostrarse reacios a expresar signos de luto, debido a que lo interpretarían como un signo de dependencia y vulnerabilidad. Debes ser paciente y comprensivo con él, permítele que exprese sus emociones como y cuando quiera, sin tener culpa por ello.
– Mantente alerta: Los adolescentes están mucho más expuestos a acciones como el abuso de alcohol, el consumo de drogas o el aislamiento social, debido a que suelen ser más impulsivos y además se sienten invencibles. Abre el diálogo, conversa con él sobre los riesgos de tomar estas actitudes y establece los límites que consideres necesarios.
– Busca un grupo de apoyo: En un duelo marcado muchas veces por la soledad y el aislamiento, es sumamente recomendable que le hables al adolescente sobre los beneficios de participar de un grupo de apoyo en el que pueda compartir y reflexionar sobre su pérdida. La contención mutua es una de las maneras más eficaces que tiene el adolescente para sanar, compartiendo su pérdida en un entorno sin prejuicios ni presiones.
Fuente: Manejodelduelo.com