El duelo es un proceso donde nos enfrentamos diariamente a diversas emociones, por lo que resulta necesario tener instancias para descansar.

Aquí te contaremos cómo puedes desconectarte de tu duelo cuando lo necesites durante este periodo estival.  

Vínculo estrecho

“El proceso de duelo suele ser sumamente cansador, sobre todo para aquellos que están constantemente vinculándose con los recuerdos de su ser querido”, señala María Ignacia Sandoval, psicóloga del programa Contigo en el Recuerdo.

Por lo mismo, agrega, es necesario establecer un balance entre la conexión y la desconexión con la pérdida.

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“El duelo es como subir una montaña, pero para llegar a la cima y ver el paisaje, necesitamos descansar. La conexión es el caminar, pero la desconexión es el pararse bajo la sombra de un árbol, tomar agua y mirar el cielo”, indica la experta.

El descanso se entiende como la conexión que establecemos con la vida y los seres queridos que nos acompañan hoy. Entonces, ¿cómo nos desconectamos?

En primer lugar, María Ignacia nos recomienda dividir nuestro tiempo en tres: tiempo para uno, tiempo para recordar a mi fallecido y tiempo para estar con otros.

Ver video: ¿Qué tan necesario es el descanso?

Para nuestro tiempo propio, podemos realizar actividades físicas, practicar algún hobbie, leer, caminar por el parque, pasear a nuestra mascota, entre otras alternativas. Todas estas instancias nos permitirán descansar.

También, es bueno compartir momentos con nuestros seres queridos que nos quieren y cuidan. Podemos juntarnos con amigos, hacer planes familiares, etc.

En ambos casos, lo importante es que se establezcan conversaciones o dinámicas que no tengan que ver con la pérdida. Recuerda que este es tu tiempo de desconexión.  

“El poder generar espacios que no estén vinculados al duelo es esencial para generar un equilibrio”, indica la psicóloga.

¿Y si no descanso?

Durante las vacaciones, para algunos es más sencillo desconectarse de su duelo, ya que las personas suelen visitar otros lugares y hacer más actividades.

Sin embargo, también puede ocurrir que producto del dolor aumenten los sentimientos de desesperanza y de que la vida deja de tener sentido.

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En ocasiones, aumenta el aislamiento social, lo que crea distanciamiento de nuestros seres queridos. “No conectar con estos vínculos me impide ver lo valioso de la vida”, señala María Ignacia.

Por eso, si estás viviendo un duelo te invitamos a que te permitas un tiempo para ti y para estar con aquellos que aportan positivamente en tu vida.