La escritura nos ayuda a perpetuar los vínculos con nuestros fallecidos

Una de las tantas preguntas que surgen en torno al duelo, es la relación que debemos tener con nuestros fallecidos. ¿Seguimos manteniendo los vínculos una vez que ha dejado este mundo? Para los expertos eso es efectivo, y el valor de esto radica en cómo elaborar este nuevo lazo, por ejemplo, a través de la escritura.

De hecho, según la psicóloga colaboradora de Contigo en el Recuerdo, Macarena Robledo, el hecho de que nuestro ser querido no esté con nosotros no implica que no exista. “Lo que se transforma es la relación y el vínculo, sin embargo, cambiar no significa desaparecer”, comenta.

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Ahora bien, los caminos para desarrollar y mantener esa relación son muchos. Uno de ellos, como mencionamos anteriormente, es la palabra escrita, un recurso al alcance de todos y que cuenta con varios elementos que nos pueden ayudar en esta tarea.

Expresar y plasmar

Sabemos que la escritura permite expresar nuestros sentimientos y emociones, como por ejemplo la tristeza.

Pues bien, si hablamos de mantener la relación con nuestros seres queridos, la palabra escrita nos ayuda a expresar aquello que sentimos, eso que quedó pendiente, o simplemente dar a conocer nuestras emociones.

“Cuando vivimos un duelo, pensamos que ya no está “esa persona”, pero a través de la escritura somos capaces de contar lo que nosotros deseamos: la llegada de un nuevo integrante a la familia, un nuevo trabajo o un próximo viaje”, dice Macarena Robledo.

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Ya sea a través de cartas, cuentos o poemas podemos plasmar esa relación que hemos tenido… pero también lo que significa para nosotros su partida, y cómo nos enfrentamos a esta nueva forma de vida.

La escritura da pie a un sinnúmero de posibilidades.

El valor de la trascendencia

La palabra escrita en definitiva es una vía que podemos tomar dentro del gran camino que significa vivir la pérdida de un ser querido. Pero también ayuda a la memoria, a perpetuar los recuerdos de la persona fallecida y dejar un legado que dure mucho tiempo.

“Podemos escribir acerca de lo que significa para nosotros este ser querido, como también de sus logros, anécdotas, aventuras, alegrías y tristezas. Y de esta manera, dar a conocer, a través de nuestros ojos, su paso por este mundo”, explica la experta de Contigo en el Recuerdo.

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En definitiva, perder a alguien que queremos no significa que nuestro vínculo terminó, si no más bien que éste cambió. Y es la escritura una de las tantas herramientas que permite perpetuarlo.

Tanto la palabra escrita, como los vínculos con nuestros seres queridos, pueden durar toda la vida.

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