La pérdida de un familiar es un momento de mucha tristeza para todos los integrantes del clan, debido al vínculo significativo que se mantenía con esa persona.
Cuando fallece un niño, los padres viven el duelo por la pérdida de un hijo y los más pequeños, por la pérdida de un hermano. De esta manera, este proceso se vuelve personal.
Para el niño que sobrevive, esta situación puede ser compleja y difícil, por lo tanto, es bueno que sus cuidadores sepan cómo pueden apoyarlos. Para eso, existen una serie de factores protectores que ayudarán que este proceso sea más llevadero para el menor.
Apoyo, estabilidad y comprensión
Magdalena López, psicóloga y líder de nuestro programa de acompañamiento de Contigo en el Recuerdo, afirma que uno de los primeros elementos relevantes es el apoyo social.
“Es especialmente importante la ayuda que pueda recibir por medio de sus figuras de referencia, ya que será esencial para sobrellevar esta situación”, declara.
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La profesional detalla que esto no implica negarle o intentar disminuir su dolor, sino que solo se necesita estar disponible para escuchar, contener y responder preguntas.
Otro factor protector que resulta determinante es la estabilidad de las rutinas.
¿A qué nos referimos con esto? Especialmente cuando son más pequeños y viven su primera pérdida, debemos entregar un contexto de certidumbre ante el fallecimiento del hermano.
“Esto le aportará seguridad y control frente al entorno, algo muy necesario ante esta situación que genera mucho miedo y descontrol”, profundiza la experta.
Además, un tercer factor muy vinculado con el diálogo y el contexto de certidumbre es la apertura que debemos tener para poder explicar lo que ocurre.
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“La comprensión del suceso es de suma importancia, que conozca de antemano la enfermedad que sufre su familiar y/o la gravedad de esta, ya que le permitirá ir preparándose para la muerte”, explica Magdalena López.
Pérdida inesperada de un hermano
¿Qué hacer ante el fallecimiento repentino del hermano? En este caso, lo mejor es informarle cuanto antes lo que está ocurriendo. Si es un o una menor, dice Magdalena, no hacerlo o mentirle “puede generar mucha desconfianza, perdiendo así la confianza de quienes más necesita para sentirse seguros y protegidos”.
Por último, el cuarto factor tiene relación con hacer partícipe al hermano o hermanos sobrevivientes de los distintos ritos asociados al duelo.
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“Esto le permite procesar e integrar la muerte de una manera diferente”, apunta la experta de Contigo en el Recuerdo, quien agregar que si es un menor, se debe explicar paso a paso lo que ocurrirá y cómo podrá expresar sus emociones en este contexto.
Puede que muchas veces nos encontremos en la situación de apoyar a un apersona que ha perdido a un familiar y no sepamos como hacerlo.
Nuestra tarea será estar ahí, entregarles nuestro apoyo y brindarles un espacio de calidez y seguridad.