El origen de la celebración del Día del Padre se remonta a comienzos de 1900 en Estados Unidos, cuando Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry, veterano de la guerra civil y que quedó viudo luego del parto de su hija.
Henry, quien se hizo cargo de su crianza, se convirtió en todo un ejemplo para sus hijos y fue homenajeado el día de su cumpleaños, un 19 de junio, para celebrar el Día del Padre.
Desde ese momento, en todo el mundo se conmemora esta celebración, cargada de sentimientos y unión familiar. Sin embargo, ¿qué pasa cuando el padre no está presente?
La ausencia del padre
La ausencia del papá cuando celebramos su día puede vivirse con cierto recelo. Ver a tantas personas conmemorando alegremente este día trae nostalgia y sentimientos encontrados.
Entonces, qué hacer si nuestro padre ya partió, qué hacer si sentimos que él más que nadie merecía palabras de agradecimiento. O, por el contrario, si quedaron muchas cosas por decir.
Magdalena López, psicóloga del Plan de Acompañamiento de Parque del Recuerdo, comentó que “más allá del dolor que pueda significar para nosotros, ese día, es una oportunidad para celebrar y recordar a nuestro padre o a nuestro hijo, de una manera diferente. Puede tratarse de una instancia para facilitar el buen desarrollo del duelo”.
Las recomendaciones de la psicóloga para este día son hacer algo positivo para honrar la memoria del padre o el hijo que ya partió. La ausencia física de ningún modo borrará los bellos momentos junto a ese ser querido. Además, es importante prepararse con anticipación para afrontar estas fechas, que de seguro tendrán un gran contenido nostálgico y emocional. Hablar con los familiares sobre qué actividades se podrían hacer, y conversar con el entorno será de gran ayuda.
A continuación, entregamos una serie de consejos que podrían ayudar a afrontar de mejor forma este día:
- Visitar el cementerio: Muchas personas irán a visitar a sus padres ese día, por lo que habrá una sensación de compañía de muchos ante el mismo dolor.
- Planear una reunión familiar: Es una gran oportunidad para ponerse al día y también para recordar al ser querido que falleció.
- Escribir una carta: Escribir es terapéutico porque ayuda a sanar el sufrimiento. Una carta donde contemos con sinceridad cómo ha sido nuestra vida desde su partida puede ser un gran alivio en una fecha tan difícil como esta.
- Realizar una caja de recuerdos: Pedir a cada miembro de la familia que deposite en esta preciada caja aquel objeto, video, CD o foto que traiga a su mente las más bellas anécdotas compartidas con nuestro padre. Esta actividad familiar no sólo será muy reconfortante para homenajearlo, sino que podrá recurrirse a ella cada vez que así lo desee cualquiera de sus familiares en duelo.