El fallecimiento de un ser querido es un momento doloroso para toda la familia, una instancia donde el proceso de duelo se hace presente y los sentimientos brotan de distintas formas.
Sin embargo, en todo este camino, además de los trámites propios del servicio funerario, también emergen otros asuntos vinculados a quien ya no está
En Contigo en el Recuerdo hemos querido indagar, siempre desde el punto de vista emocional, respecto a cómo afrontar estas diferencias familiares y qué consejos seguir para que éstas no afecten el proceso de duelo de cada integrante.
La actitud es la clave frente al fallecimiento
La pérdida de un ser querido lleva consigo la necesidad de resolver pendientes legales, tales como herencias, posesiones efectivas u otros. En ese sentido, la psicóloga colaboradora de Contigo en el Recuerdo.
Camila Rojas, recomienda que en conjunto decidan quién puede sentirse capacitado para hacerse cargo de aquellos trámites, ya que, “lo más probable es que todo el grupo familiar se encuentre impactado”
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Para quienes no estén participando del tema directamente, Camila Rojas recomienda que vean “cómo pueden apoyar a quien va a hacer las gestiones correspondientes”. Además, apunta que es necesario no dejar solos a quienes se hacen cargo, ya que puede ocurrir que no tengan espacio para vivir el duelo.
Enfrentando las diferencias
Es inevitable que, pese a todos los esfuerzos, se produzcan roces por estos temas. En ese sentido, Camila Rojas sugiere que todos estos asuntos sean tratados con delicadeza, de manera honesta y clara.
Pero qué pasa cuando estos conflictos se producen por temas emocionales? Muchas veces aparecen sentimientos de molestia en torno a otras personas y frases como “por qué no fuiste a verlo antes”, aparecen de forma reiterada.
En este caso, Camila Rojas sugiere que quien realiza estas declaraciones se abra “a tomar conciencia de que aquello es un juicio y que puede ser respuesta a la rabia que se siente debido a la pérdida”.
Si se está recibiendo aquella rabia o deuda emocional ante el fallecimiento, es importante “dar un paso atrás y establecer límites claros en aquellas interacciones”, dando a entender que las palabras de la otra persona pueden estar haciendo daño.
El futuro tras estas diferencias
Muchas veces estas discusiones dejan heridas que cuestan sanar y que inevitablemente hay que enfrentar de forma individual y como familia.
Camila Rojas, quien recuerda que la familia también está pasando un proceso de adaptación cuando fallece un integrante, por lo que “será importante ser compasivo en todo el proceso contigo mismo y con los otros que sufren.
Camila nos indica que el mensaje principal debe ser “compartir y colaborar».
Vivir el proceso acompañado de quienes también han sufrido la pérdida o con quienes estén abiertos a escuchar sin juicio.
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