El duelo por la muerte de un ser querido es una experiencia compleja para cada persona, pero que puede ser llevada de mejor forma si se cuenta con un entorno que entregue apoyo en el momento necesario, ya sean familiares o amigos.
Sin embargo, hay ocasiones en las cuales las circunstancias nos impiden contar con alguien a quien poder recurrir, por lo que existe la chance real de vivir un duelo en soledad.
En Contigo en el Recuerdo hemos querido indagar en cómo se puede enfrentar este proceso. Especialmente en el contexto sanitario que vive Chile y el mundo.
Un proceso difícil
Uno de los temas más importantes al vivir el duelo es la manifestación de nuestra pena y otras emociones negativas que surgen a partir de la pérdida.
Sebastián del Valle, psicólogo colaborador de Contigo en el Recuerdo, afirma que esta tarea es necesaria ya que al “reprimir los sentimientos y evitar su salida no podemos procesarlos de una forma que nos permita experimentar”
Para el experto, una buena forma de expresarlos es decírselos a un otro, alguien que nos pueda contener y estar ahí cuando le requiramos. ¿Pero qué ocurre cuando no se puede?
En pandemia esta situación se complica. Ante la imposibilidad de procesar de forma más sana el duelo a partir de hobbies o actividades al aire libre, sumado al que el contexto puede fomentar el aislamiento del resto de las personas, se puede caer en “ciclos de soledad que provocan que sea más fácil que se generen déficits sociales y una mala expresión de las emociones”.
Justamente, la soledad, la tristeza y el desgano son algunos de los sentimientos que más se pueden manifestar en estas circunstancias.
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¿Qué podemos hacer con el duelo?
El momento actual puede hacer que nuestra situación en soledad sea perjudicial para nuestro proceso. Por eso, el psicólogo Sebastián del Valle, entrega dos consejos claves que nos ayudarán a vivir el duelo de mejor manera.
Reconectar con nuestro círculo cercano
Ya sea a través de las plataformas digitales, o de forma presencial cuando se pueda, es ideal volver a ponerse en contacto con quienes tengamos ganas de hablar.
“Realizar este ejercicio periódicamente y con distintas personas puede ser útil para evitar caer en un círculo vicioso de soledad, o sacarnos de ahí”
Volver a nuestros hobbies
Decíamos antes que las circunstancias a veces nos impedían hacer nuestras actividades preferidas, especialmente al aire libre.
Ante esto, el profesional apunta a que se debe retomar con algún hobby dejado de lado, o encontrar uno nuevo:
“De esta forma se puede aliviar la sensación de vacío que uno puede sentir consigo mismo y buscar formas alternativas de liberar las emociones del duelo”.
En definitiva, si bien lo que experimentamos hoy como sociedad puede hacer que debamos vivir el proceso en soledad, siempre es necesario estar en contacto con alguien, aunque sea de forma esporádica, y sí o sí realizar alguna actividad nueva o que ya conozcamos, que nos permita volcar nuestras emociones, y que incluso nos invite a interactuar con otras personas.
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