Vivir el duelo de un ser querido es uno de los momentos más dolorosos que puede experimentar un ser humano. Es un proceso muchas veces vertiginoso donde las emociones se entremezclan, y que puede afectar a las personas en mayor o menor medida según el vínculo que se tenga con quién partió.
Justamente una de las relaciones más entrañables es la de una madre con sus hijos, un lazo único que en determinadas circunstancias se verá fuertemente afectado por el fallecimiento de uno de los dos. Por lo mismo, y ya que hemos hablado antes de la pérdida de los padres, en Contigo en el Recuerdo queremos invitar a reflexionar en torno a la pérdida de un hijo, las recomendaciones para sobrellevar este duelo y, sobre todo, mostrar la importancia de acompañar a las madres que han sufrido esta dolorosa partida.
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Un proceso único
Es importante dejar en claro que esta pérdida tiene un componente psicológico distinto al de otras pérdidas. Según Camila Rojas, psicóloga colaboradora de Contigo en el Recuerdo, la diferencia clave es que este duelo “no sigue el ciclo que conocemos como natural. En general los padres tienden a fallecer antes y, por lo tanto, cuesta más procesarlo y entender lo sucedido”.
Para la profesional, la pérdida de un hijo o hija va en contra de lo que conocemos e incluso de nuestras propias creencias en torno a la vida y la muerte. Por lo mismo, es habitual la aparición en las madres de la culpa por pensar que “deberían haber fallecido antes, sintiéndose mal por retomar la vida o disfrutar, al pensar que las cosas no se debieron haber dado así”. Ante el agravamiento de este sentimiento, se recomienda el apoyo de un especialista en salud mental.
Consejos para la vida durante el duelo
Las recomendaciones para que las madres puedan vivir un mejor duelo giran en torno a la validación de las emociones. De hecho, Camila Rojas indica que “lo primero por hacer ante esta pérdida guarda relación con la necesidad de reconocer el sufrimiento que conlleva la pérdida de un hijo. También es importante permitirse sentir las emociones tal cual se manifiestan y expresarlas, ya sea a través de palabras, imágenes, sonidos, arte, de la música o de la poesía”, además de conversar con alguien de confianza acerca de los sentimientos que se están viviendo.
Junto con lo anterior, también existen aspectos vinculados a la recordación del hijo o hija que ha partido, tales como la búsqueda de un lugar especial para recordarle, la realización de rituales, sean ceremonias, escribir algo o dedicar alguna canción, o hacer algo en honor a quien ha fallecido, como una donación a alguna fundación en el caso de quienes hayan partido por alguna enfermedad.
Más allá de la forma, la profesional de Contigo en el Recuerdo plantea que “una gran pregunta para hacerse en esos momentos de profundo dolor es ¿qué necesito? A partir de la respuesta pueden aparecer formas distintas de abordar e ir elaborando el proceso único que es el duelo o el fallecimiento de un ser querido”.
El entorno es clave
La pérdida de un hijo es un momento muy doloroso para las madres, del cual pueden salir adelante tanto con los consejos anteriores como con el apoyo de los más cercanos. En ese sentido, Camila Rojas apunta que las personas deben estar “disponibles y atentas a la escucha de las necesidades de la madre y no intentar tapar lo que sucedió, ignorarlo o evitarlo, ya que esto solamente envía el mensaje de que no puede expresar sus emociones, y estar abiertos a que puede que esta madre “no sea la misma” por un tiempo”, agregando que será importante para ellas y para la familia el ayudar en las cosas prácticas que la mamá no pueda realizar.
Ahora bien, ¿qué es lo que le pasa al entorno cercano de quien partió? Para la experta de Contigo en el Recuerdo es importante recalcar que, si bien la familia y amigos se verán afectados por esta pérdida, todo dependerá del vínculo y la relación que hayan tenido con el hijo fallecido. Sin embargo, dado el vínculo único antes comentado es clave estar cerca de las madres y mirar sus reacciones.
“Si se percibe que la madre es quien está más afectada en el sistema familiar, será necesario estar pendiente a sus necesidades. Lo más relevante es mantenerse alerta frente a las emociones, pensamientos y reacciones de esta madre y preguntarle si necesita ayuda”, concluye Camila Rojas.
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