Cómo darnos cuenta que nuestro ser querido está afrontando de manera inadecuada el duelo

Cuando se quiere acompañar a una persona que ha perdido a un ser querido, es normal que surjan dudas respecto a cómo desempeñar este importante rol. Una de las pocas certezas que se tendrán en ese momento, es que el comportamiento de quien sobrelleva el dolor será muy diferente al habitual, por un periodo de tiempo indeterminado, el cual puede tomar meses o años.

En este contexto, es normal que se presenten dudas como ¿se le debe permitir todo a quien ha perdido a un ser querido?, ¿cuándo es necesario poner especial cuidado y atención?, o ¿qué conductas podrían interferir en el desarrollo del proceso de duelo?

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que, si bien es normal que se presenten una serie de cambios a nivel emocional, conductual y cognitivo, existen algunos comportamientos que perjudican enormemente la adecuada elaboración del duelo. Estas actitudes o estilos de afrontamiento pueden generar en las personas la evasión o el retraso de vivencias que es necesario experimentar, como son los sentimientos de tristeza, angustia y desolación.

Es así como algunos estilos de afrontamiento específicos que pueden ser perjudiciales para los dolientes son:

  • El uso de “compensadores químicos” como el alcohol, la nicotina, diversos medicamentos y tranquilizantes, estas dos últimas sin supervisión médica, que las personas pueden usar para curar el dolor y la impotencia que sienten ante la pérdida de un ser querido.
  • Conductas repetitivas y compulsivas del tipo “trabajo adictos”, “jugadores de máquinas”, entre otros. A través de estas acciones, el doliente puede evadir su dolor extremo, lo que hace que se vuelvan adictos a estas conductas.
  • Estilos de afrontamiento abiertamente autolesivos a corto o largo plazo, como conductas de riesgo que descuiden la propia salud y el bienestar físico y social.
  • Trastornos o enfermedades asociadas a la pérdida como trastorno por estrés postraumático, fobias, crisis de angustia, etc.
  • Sospecha de duelo patológico: aparente ausencia de duelo, cronificación del mismo, o cumplirse los criterios de duelo “complicado”.

Es muy importante mencionar que, si alguien detecta algunos de estos estilos de afrontamiento en un doliente, es necesario pedir ayuda profesional para que el experto pueda detectar la motivación que hay detrás de este actuar, y de esta forma facilitar la elaboración de un proceso de duelo saludable y beneficioso.

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