Vivir un duelo es un proceso cargado de emociones y sensaciones físicas que debemos sobrellevar. Por eso, en ocasiones, nuestro cuerpo y mente se resienten, haciéndose necesaria una reestructuración que involucre incorporar hábitos saludables a nuestra cotidianeidad, lo que resultará beneficioso.
Desconexión del dolor
Lo primero que siempre hay que considerar en esta etapa, es que debemos preocuparnos de nosotros mismos. “Cuando vivimos un duelo experimentamos una serie de emociones muy fuertes”, comenta Matías Cuevas, psicólogo colaborador de Contigo en el Recuerdo.
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La pérdida nos hace sentir que nuestro entorno no nos comprende, por lo que tendemos a aislarnos del resto y perder ánimo y energía. Es ahí donde parte todo. “Si bien este es un proceso natural, es importante comprender que no debemos ni podemos estar todo el tiempo conectados con el dolor”, dice Matías.
Por eso, parte importante de la elaboración del duelo es transitar por la desconexión del dolor, es decir, encontrar “espacios, hábitos o actividades que nos permitan tomar distancia de éste, llevándonos a experimentar otras emociones positivas igual de válidas”.
Estos hábitos, complementa el profesional, nos ayudarán a tomar otra perspectiva enriquecedora para mantener la vida en orden junto al recuerdo del ser querido.
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¿Cómo puedo tener hábitos saludables?
¿Cómo puedo hacerlo? Seguramente eso te estarás preguntando en este momento. Pues bien, una de las primeras cosas que debemos hacer es considerar hábitos saludables que nos generen bienestar físico y/o emocional. Una especie de lista mental.
“Un hábito importante es el ejercicio, ya sea la práctica de algún deporte, ir al gimnasio, entrenar en casa o salir a caminar durante el día”, comenta Matías.
El experto agrega que el ejercitarse permitirá activarnos, despejar la mente y conciliar el sueño.
Justamente, el buen dormir es clave para regular nuestro cuerpo y nuestra mente. Un consejo es tratar de regularizar las horas de sueño, estableciendo horarios para despertar y descansar.
Por otro lado, agrega el profesional, “es importante mantener una alimentación saludable, respetando los horarios de comida”, junto con iniciar la práctica del mindfulness y las meditaciones guiadas.
Finalmente, hay aspectos que, aunque no lo parezcan, también son hábitos saludables. Uno de ellos es tratar de volver y mantener nuestras rutinas, que nos ayudará a “distraernos y mantenernos ocupados en otra cosa”.
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Y también la socialización. “Conversar con amigos o familiares sobre la pérdida y sobre cómo nos sentimos, nos ayudará a expresar y exteriorizar estas emociones y darles forma”, complementa el colaborador de Contigo en el Recuerdo.
Eso sí, si es difícil generar estos hábitos o te sientes con poca preparación para manejarlos dentro de tu proceso, siempre es importante recibir apoyo experto.
“En ocasiones, el sufrimiento de la pérdida es tan fuerte que no podemos manejarlo y nos vemos sumidos cada vez más en el dolor. En ese sentido, la ayuda de un profesional de la salud mental se vuelve necesaria”, concluye Matías Cuevas.