Los duelos acumulados y cómo manejarlos

El duelo es un proceso adaptativo que sobreviene después de una pérdida importante, como es el fallecimiento de una persona cercana a nosotros.

Es así como la extensión de tiempo que dura un duelo puede ser variable, dependiendo de las circunstancias del fallecimiento y, sobre todo, del tipo de pérdida. Este periodo puede oscilar entre unos cuantos meses hasta dos años.

En este tiempo, como es un periodo largo, es inevitable que algunas veces se presente otra pérdida. Si el duelo por el primer fallecimiento no se ha resuelto, este se suma al anterior lo que constituye un duelo acumulado.

¿Cuáles son las consecuencias de un duelo acumulado?

Los efectos que se pueden tener ante un duelo acumulado pueden ser variados, desde un incremento en los síntomas físicos y emocionales, o bien un aumento en la duración del mismo. En algunos otros casos se pueden presentar nuevas dolencias.

Cada duelo es individual por lo que las personas responden en forma diferente. Para muchos individuos los síntomas no serán ni más intensos ni el tiempo será mayor. Siempre es necesario estar atento a cómo se siente uno mismo, o aquellos que estén viviendo un duelo.

La presentación de nuevos síntomas

Algunas veces lo que ocurre es que la sobreposición de duelo provoca síntomas inesperados, por lo que es importante estar atentos para así detectar si esta sintomatología tiene alguna relación con el proceso que se está viviendo. Al ser dolencias desconocidas se puede pensar que no existe relación con las pérdidas.

Un ejemplo de ello son los síntomas somáticos, aquellos relacionados con el cuerpo. Es frecuente que se presente alguna enfermedad como dolor de cabeza, malestar gastrointestinal, o incluso otras dolencias físicas más extrañas.

Un aumento en el malestar

En muchos casos el malestar se exacerba y los síntomas pueden incrementarse. El dolor, la tristeza y la añoranza por nuestro ser querido se puede exacerbar, lo que aumenta el malestar.

Quizás la tristeza que antes era soportable ahora se vuelva intolerable, y es posible que la ausencia de nuestro ser querido sea mucho más intensa. Y algunas veces puede existir “una combinación de dolor”, al sentir una emoción en particular por una persona y otro sentimiento diferente por otra.

Un aumento en el tiempo del duelo

En algunas otras ocasiones lo que se incrementa es su duración. Cuando el duelo se está resolviendo, y el malestar esta menguando, lo que hace una nueva pérdida es reavivar los síntomas, por lo que el fallecimiento se sobrepone al anterior.

La sobreposición de ambos duelos es lo que incrementa los tiempos de duración, por lo que la persona tiene que hacer más esfuerzos para trabajar en un nuevo proceso.

¿Qué podemos hacer al respecto?

Como cualquier otro duelo, lo que podemos hacer requiere de una combinación de paciencia con actividad: paciencia para poder atravesar todas las etapas necesarias para sobrellevar el duelo sin adelantarse; y actividad, para realizar aquellas acciones que nos permitan aceptar las emociones y acomodarse a las nuevas situaciones.

Las recomendaciones para los duelos acumulados son similares a la de cualquier duelo. En un inicio es necesario mantener algunas rutinas estables, y aceptar y permitirse sentir las emociones que se presenten.

También el rodearse de personas de confianza con las que podamos hablar y nos hagan compañía, como miembros de nuestra familia o amigos. Así como también mantener estilos de vida saludables: comer sano, dormir bien y ejercitarse.

Algunas personas necesitarán otro tipo de ayuda, sobre todo si el malestar es extremadamente intenso o tiene una duración exagerada. En este caso, es necesario buscar apoyo especializado con algún sicólogo o profesional experto en temas de duelo.

 

Fuente: ClinicaDueloyPerdida.com

 

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