El fallecimiento de un ser querido implica un proceso de duelo para las familias y amigos, quienes deben sobrellevar diversas emociones. Ante esto, se vuelve relevante el autocuidado.
Este es importante, ya que así nos hacemos cargo de nuestras necesidades y podremos reponernos poco a poco de la pérdida.
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El autocuidado actúa como un soporte
María Ignacia Sandoval, psicóloga del programa Contigo en el Recuerdo, explica que “el autocuidado son todas aquellas actividades que realizamos en pro de nuestro bienestar”.
Además, nos cuenta que esta práctica es fundamental cuando atravesamos momentos complejos, ya que actúa como un colchón que nos sostiene y protege.
De esta manera, se vuelve un factor protector que debemos considerar durante el duelo.
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“Si hablamos de que el duelo es subir una montaña para poder apreciar desde arriba el tiempo vivido con nuestro ser querido, el autocuidado es elegir bien la ropa, equiparse con agua, bloqueador y comida”, comenta la experta.
De esta forma, entendemos el autocuidado como lo básico para poder sobrellevar este proceso y lo que nos brindará la fuerza necesaria para poder continuar.
La práctica del autocuidado
Para cuidarse, cada persona debe identificar sus necesidades, lo que le permitirá tomar decisiones al respecto. Esto es personal y dependerá de cada uno.
María Ignacia reafirma que las posibilidades para esto son infinitas. “Para algunos, salir a caminar puede ser efectivo y para otros puede ser tomar un café, leer un libro o dormirse temprano y cuidar de sus horas de sueño”, dice.
Sin embargo, hay aspectos básicos que son importantes a considerar. “Realizar ejercicio para disminuir los sentimientos de depresión y ansiedad, alimentarse correctamente, cuidar la imagen personal y tener una buena higiene también nos ayudará a auto cuidarnos”, detalla la psicóloga.
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Por otro lado, debemos considerar nutrir nuestra mente y espíritu.
Para esto, “identifica a tus vínculos cercanos y de confianza, para que cuando estés decaído, tengas un espacio seguro para conversar y donde puedas ser escuchado”, recomienda. Otras prácticas efectivas también pueden ser escribir en un diario, consultar a un especialista si es necesario o ser flexibles con nuestras tareas del día.
De esta forma, el autocuidado nos brindará bienestar, lo que nos permitirá sobrellevar la pérdida de manera más cómoda.