El duelo de un ser querido nos enfrenta siempre a un sinfín de emociones, las cuales debemos tratar de sobrellevar de manera individual pero también con una arista social.
De hecho, a lo largo de la historia ha quedado demostrado la importancia de vivir las experiencias en comunidad. Mal que mal, está en nuestra naturaleza ser seres sociales, que dependen de estos vínculos para protegerse del entorno.
Es más, para la psicóloga de Contigo en el Recuerdo, Magdalena López, estos nos entregan “un modelo de relación” que conlleva una serie de “expectativas respecto a qué puedo esperar de otro”.
Lo anterior, por cierto, cobra especial sentido en el círculo social más cercano como lo es la familia, y ante situaciones de vulnerabilidad y necesidades… como es justamente el duelo.
Protección y contención
Como sabemos, el duelo es la transformación de un tipo de vínculo físico a uno más simbólico. Es un momento donde muchas veces nos sentimos vulnerables y donde las relaciones familiares cobran especial importancia.
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“Las personas establecemos vínculos para sentirnos seguros, y un duelo genera una sensación de desprotección y vulneración enorme, ya que es ahí cuando percibimos que esas relaciones no son eternas”, comenta Magdalena López.
Es ahí donde la familia es clave, ya que ésta puede volver a establecer justamente la sensación de protección y contención, favoreciendo la expresión de las emociones.
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Para la experta en duelo de Contigo en el Recuerdo, el amor de otros “da el soporte para poder indagar y explorar una relación que se está modificando”.
Además, el estar acompañado permite entender que no se está solo, y que “las relaciones se van transformando con el tiempo, a veces se pierden vínculos, pero están otros”, tales como hermanos, tíos o primos.
La importancia de acompañar en el proceso del duelo
Lamentablemente, también se puede dar la circunstancia de que la persona que vive el duelo carezca de dichos vínculos afectivos, sea por la razón que sea.
En estos casos, la recomendación es estar disponible para apoyar y ayudar en los momentos en que esa persona que vive un duelo no se sienta capacitado para retomar su vida, además de permitir la expresión de la emocionalidad.
Pero hay más.
Los grupos de apoyo también resultan ser una instancia positiva para que el doliente tenga un espacio de contención emocional, teniendo la chance incluso de saber cómo otros han enfrentado este mismo proceso.
Para la psicóloga Magdalena López, estas instancias permiten también elaborar de mejor manera el proceso de duelo.
“El presenciar que hay otras personas que también han vivido experiencias similares, sirve mucho para entender también que no se está solo”, comenta, agregando que se puede aprender de otros para comprender que todo este proceso es natural dentro del ciclo de la vida.