Enfrentarse a la partida de un ser querido nunca es fácil. Saber que esa persona amada no estará más a nuestro lado, es un sentimiento que solo el tiempo ayuda a entender. Muchas veces nos cuesta retomar la rutina, y hasta dudamos de si es correcto vivir momentos agradables, sean estos personales o junto a otros, durante el proceso de duelo.
Pero el fallecimiento de un ser querido es parte de la vida. Desde que nacemos nos rodeamos de personas mayores como familiares y amigos de nuestros padres, pero a medida que crecemos algunos de ellos dejan de estar a nuestro lado.
Mientras pasamos de la niñez a la adolescencia, enfrentamos diversos cuestionamientos, y uno de ellos es sobre qué significa el que una persona deje este mundo terrenal. Con el tiempo vamos entendiendo que la ausencia de un ser querido puede ocurrir en cualquier momento, por lo que el proceso de la vida y la muerte se va acercando a nosotros y comienza a tener sentido. Nunca nos preparamos para el fallecimiento de un familiar o amigo, pero de alguna forma comprendemos que es parte de nuestra existencia y eso nos ayuda a sobrellevar mejor esta dura etapa.
Es acá cuando comenzamos a entender que el camino que ha tomado ese ser querido que nos deja, no implica que desaparezca de nuestras vidas. Su cuerpo habrá dejado de estar ahí, pero sus recuerdos seguirán a nuestro lado. En cada lugar, cosa y experiencia que hayamos compartido, esa persona siempre estará presente.
Por eso, esta oración de un autor anónimo nos hace recordar que esa persona especial que falleció siempre estará ahí y, nos insta a sentirla en cada momento. La tristeza quizás estará presente, pero al mismo tiempo tendremos esos lindos recuerdos juntos y, sin importar dónde estemos, sentiremos su presencia.
“No he muerto,
solo me fui antes y no quiero
que me recuerden con lágrimas como aquel
que no tiene esperanza.
No he muerto; aunque mi cuerpo no esté,
siempre mi presencia se hará sentir.
Seré el silencio de nuestro hogar
que tanto compartimos,
seré la brisa que besará tu rostro,
seré un recuerdo dulce
que asista a tu memoria,
seré una página bonita de tu historia.
Perdón a todos, tomé únicamente uno de los
trenes anteriores y se me olvidó decirles…
No he muerto, solo me fui antes.”
Anónimo