Como aseguran los expertos el duelo puede durar hasta 2 años, por lo que es inevitable que en el trascurso de este proceso las personas pasen por fechas importantes, entre ellas Navidad y Año Nuevo. Es así como para algunos dolientes puede ser contradictorio tener pena por la pérdida de un ser querido, y al mismo tiempo conmemorar estas celebraciones.
Durante estas fechas puedes tener un incremento en el malestar y sufrimiento, lo cual sucede aunque no hayas tenido una pérdida reciente. Pueden haber pasado varios meses, incluso años, pero parece que el dolor se reactiva en las fiestas. Por supuesto que, si has tenido una muerte reciente, el dolor y el sufrimiento pueden ser más intensos.
Como vivir el duelo en Navidad y las fiestas
Algo que tienes que tener en cuenta es que el duelo no es una enfermedad. No es algo que tengas que resolver lo antes posible. Muchas veces eso es lo más difícil que debemos entender como seres humanos.
Tal vez te sientas culpable por estar triste. También los que te rodean pueden sentir una necesidad de hacer todo lo posible para que no tengas dolor. Se buscan distracciones, o formas para mantenerte ocupada o feliz. Es importante recordar que todos tenemos una dificultad para aceptar que la tristeza forma parte de nuestra vida, por lo que no tenemos que erradicar el duelo, sino más bien incorporarlo a nuestro día a día y en este caso a las fiestas.
¿Cómo podemos incorporar el dolor? Uno de los primeros pasos que tenemos que hacer es aceptar que tenemos pena. Respetar nuestras propias emociones. Cuando logremos aceptarlas podremos vivir el duelo en forma satisfactoria.
Si bien no existe un modo correcto de vivir el duelo en Año Nuevo, existen algunas acciones que podemos llevar a cabo para hacer más llevaderas estas fiestas.
1. Organizar y planear
Tenemos que elegir a que eventos podemos y queremos asistir. Tal vez no tengamos la energía para participar de todas las reuniones, pero algunas pueden ser indispensables como es el caso de las celebraciones familiares de fin de año.
No es necesario que hagas cosas que no deseas hacer, como una gran fiesta o muchos invitados. Quizás una pequeña reunión con tus cercanos será suficiente. No olvides que también es válido pedir ayuda. Tampoco te hagas cargo de todo, más aún si te sientes forzado (a) a hacerlo.
2. Acéptate y respeta a los demás
Uno de los factores más importantes es que respetes tus emociones; tienes que aceptar que en ocasiones puedes estar triste o añorar a tu ser querido. En cuanto comiences a hacer esto, será más sencillo incorporarlo a tu vida y así sobrellevar el duelo durante las fiestas de Fin de Año.
3. Continúa con tradiciones
Si bien el duelo se relaciona con las transformaciones y la adaptación, hay cosas que no pueden cambiar. Un ejemplo de ello son las tradiciones, aunque esto no quiere decir que tengas que mantener todo de la misma manera.
En muchas ocasiones se tienen que adaptar las tradiciones a las diferentes situaciones. Tomemos el siguiente ejemplo: para una familia la oración es muy importante. Quizás la persona fallecida era la que se encargaba de los rezos, pero eso no quiere decir que ya no se vaya a orar, sino que alguien más tiene que tomar su puesto.
4. Rodéate de gente
Las personas necesitamos a nuestros seres queridos. Si bien un impulso inicial puede ser el de aislarnos, no es beneficioso hacerlo todo el tiempo. Recuerda que nos tenemos que apoyar entre todos.
Un punto importante de las fiestas es que se crea un recuerdo común de la persona fallecida que es construido entre la familia y los amigos. Cada uno tiene una perspectiva personal, que al unirlas todas se crea una imagen más completa de ese ser querido que ya partió.
No olvides además que puedes compartir cómo te sientes con personas que te quieren y que son de tu completa confianza. A veces no necesitas que alguien te diga algo, sino simplemente requieres del espacio para expresarte. Recuerda que el duelo también se puede vivir en familia.
5. Dale su lugar a la persona ausente
Es importante mantener en nuestra mente y en nuestro corazón a la persona ausente. Puede parecer lo opuesto a lo que te recomiendan los demás, pero no se trata de darle vuelta a la página y seguir con tu quehacer diario, sino que de incorporar a quien falleció a tu vida a través de recuerdos, vivencias y emociones.
Aunque haya pasado mucho tiempo, las personas se mantienen con nosotros. Una forma de honrar su memoria puede ser tan simple como continuar con alguna de sus tradiciones favoritas, cocinar un alimento que él comía, o tener en cuenta como disfrutaba y le gustaban las fiestas.
¿Si no estoy triste, significa que ya olvidé a esa persona?
Muchos pueden sentirse culpables de estar bien o felices durante las fiestas. Pueden pensar que están traicionando su recuerdo, mientras otros se cuestionan el poder celebrar.
La tristeza y la emoción no son la única forma de rememorar a nuestros seres queridos. Lo hacemos también a través de acciones o actitudes que tomamos de aquella persona que ya no está con nosotros. Sus recuerdos o anécdotas que no necesariamente pueden ser dolorosas, a veces incluso serán un recuerdo que nos resultará gracioso.
Fuente: https://clinicadueloyperdida.com