Este fin de semana el mundo vivirá la conmemoración del 1 de noviembre, el Día de Todos los Santos. Considerada una fecha clave dentro del calendario católico, actualmente es una jornada donde muchas familias de diversos países recordarán a sus seres queridos fallecidos.

Por lo mismo, nos preguntamos y quisimos indagar respecto a cuál es la importancia que tiene el 1 de noviembre para quienes han perdido a un ser querido.

Enriquecer la memoria colectiva

El Día de Todos los Santos fue oficializado en el siglo IX por el papa Gregorio IV, con el objetivo de entregar una instancia de reflexión en torno a los fallecidos.

Con el tiempo, esta festividad se ha instalado dentro del calendario como un momento donde prácticamente todo el mundo celebra la memoria de quienes ya no están.

Por cierto, en Chile ocurre lo mismo. De hecho, según la historiadora Magdalena Dittborn, lo que ocurre durante el 1 de noviembre es “tremendamente enriquecedor, pues se centra en ciudadanos comunes y corrientes, pero dentro de un contexto público”.

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“Es un día en que el país se detiene para reconocer a los muertos que han construido y transitado por esta vida. Es nuestra memoria histórica, ya que estamos reconociendo a los chilenos que fueron como yo”, agrega la historiadora.

Una costumbre única

Este año será especial, ya que después de mucho tiempo las personas podrán volver a los cementerios a visitar a sus familiares, luego de que en 2020 los camposantos estuviesen cerrados debido a la pandemia.

Por lo mismo, es que esta instancia se vivirá con especial emoción por parte de miles de familias chilenas, quienes también se sentirán acompañadas de otras personas en su misma situación.

Justamente, Magdalena Dittborn destaca esa vinculación que se produce al conmemorar jornadas como esta, y resalta lo positivo que es realizar este tipo de manifestaciones en un marco público como lo es un parque cementerio.

“En esta fecha hay un reconocimiento y respeto social ante el dolor, y un recogimiento de las familias que han visto partir a sus seres queridos”, comenta.

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Y esto a la larga, se transforma en una costumbre que se debe mantener.

A juicio de la historiadora, las características únicas que tiene el 1 de noviembre hacen que este sea un rito social que cada vez escasea más en nuestra sociedad.

“Hoy no tenemos fiestas sociales comunitarias en donde todos sintamos lo mismo, ni siquiera el 18 de septiembre”, reconoce. Por lo mismo, la invitación es a que este 1 de noviembre las familias puedan visitar los cementerios de nuestro país, como una forma de conmemorar el legado de los seres queridos que ya partieron.