El regreso a clases para muchos niños y niñas es un momento de reencuentro con sus profesores y compañeros. Sin embargo, para quienes han vivido la pérdida de un ser querido, la situación puede ser un poco distinta.
Y hay ocasiones en que, los adultos no somos capaces de visualizar lo que viven los pequeños en medio del duelo. “Se suele decir que los niños son más fuertes y resilientes, que se les pasa más rápido la pena y el dolor. Esto no es así”, comenta la psicóloga de Contigo en el Recuerdo, María Ignacia Sandoval.
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Pero para los menores, el duelo también es una experiencia compleja que necesita de apoyo y acompañamiento en su elaboración y entendimiento.
Acompañar, dar espacio y guía a los escolares
Según María Ignacia, es normal que los niños y niñas que viven un duelo estén más distraídos y piensen mucho en su ser querido, para así poder comprender lo que ocurre. Por lo mismo, y en el contexto del regreso a clases, resulta positivo en primer lugar recordarle sus tareas sin presionar, brindándoles acompañamiento, apoyo académico y tiempo para el aprendizaje.
“Los niños suelen tener miedo, al volver a clases, porque no verán a sus seres queridos. Les da miedo separarse y que otro familiar fallezca”, apunta la experta. Por eso, es clave darles la oportunidad de llamarles mientras estén en el colegio.
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Otra situación clave durante el acompañamiento, es cuando aparece el miedo a ser discriminados por tener un familiar fallecido. En ese caso, resulta importante hablar con sus compañeros y la comunidad escolar, dice María Ignacia. “Hay que, progresivamente, eliminar el tabú para que disminuya el prejuicio hacia los niños que han perdido a un ser querido significativo a corta edad”.
¿Pero qué pasa si solo quieren hablar con un adulto? Para la psicóloga, es habitual encontrarse frente a esta situación, por lo que la recomendación es que los profesores establezcan una conversación con el menor para ver cómo ayudar.
“Es bueno permitir que tengan un adulto responsable en el colegio al que puedan acudir en momentos de pena, tristeza, o de desborde emocional”, dice, agregando que para ellos el mantener la regularidad en las clases, los horarios, es positivo, pero hay que ser flexibles.
En ese aspecto, una buena herramienta para apoyar a profesores y a las comunidades escolares en este acompañamiento es el Manual de Duelo en la Comunidad Educativa que lanzó Contigo en el Recuerdo, y que está disponible en nuestro sitio web.
La comunidad educativa es clave
“Cuando un estudiante enfrenta el fallecimiento de un ser querido en circunstancias donde es apoyado por el colegio, su familia está presente y se le brinda un espacio de contención emocional, aprende que el duelo no necesariamente se vive en soledad”, apunta María Ignacia Sandoval.
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De esta forma, cuando viva otras pérdidas significativas, sabrá que está la opción de buscar apoyo social en esos momentos de gran dificultad.
“Desde que nacemos, vamos desarrollando patrones (o sea, guías) de vinculación y de actuar. Esto quiere decir que, nuestras experiencias en la infancia moldearán nuestro accionar en el futuro”, concluye la psicóloga experta de Contigo en el Recuerdo.